Cómo percibimos el mundo: Un viaje por el proceso perceptivo
¿Alguna vez te has planteado cómo funciona el proceso de percibir la información en tu cerebro? ¿Cómo procesamos la gran cantidad de información que nos llega cada día? ¿Qué procesos hay implicados en él? ¿Cómo tu cerebro consigue detectar o entender un determinado sonido? En este artículo te contamos los agentes que intervienen en este proceso, así como algunos modelos creados por expertos que tratan de desentrañar los misterios del proceso perceptivo. Percibimos sin darnos cuenta y en ocasiones solo somos conscientes de la percepción cuando tenemos una enfermedad neurológica.
El proceso perceptivo engloba a un conjunto de procesos psicológicos que nos permiten interpretar, transformar y organizar la información que nos llega del exterior y de nuestro interior (nuestra mente), facilitando nuestra supervivencia y adaptación al medio. Una información que llega a nosotros gracias a nuestros sentidos.
Dentro de estos procesos encontramos también al proceso de atención. El cual nos ayuda a seleccionar los estímulos que nos resultan más relevantes con el objetivo de permitir o generar las respuestas adaptativas que necesitamos para nuestra supervivencia como especie. Es un mecanismo que filtra la sobrecara de información y ayuda a que otros sistemas cognitivos funcionen de forma más eficiente.
Atención, percepción y memoria trabajan en conjunto dentro del proceso perceptivo, haciendo de este un proceso superior, puesto que implica funciones complejas de nuestro cerebro que van más allá de lo automático y que involucran a otros sistemas de procesamiento mental.
Dentro de la psicología cognitiva existen diferentes modelos para explicar cómo funciona la percepción. El más relevante de todos ellos es el modelo computacional de la mente, donde se compara el funcionamiento de la mente con un ordenador y donde el ser humano tiene un papel activo en el procesamiento de la información. Del mismo modo que un ordenador, nuestra mente recibe información, la transforma, la procesa y genera una respuesta de salida adaptativa.
Etapas del proceso perceptivo
1. Estímulos. La información sensorial llega a nuestros sentidos.
2. Transducción. El estímulo se transforma en una señal eléctrica.
3. Transmisión. Las señales eléctricas se procesan a través de las redes de neuronas.
4. Procesamiento. Las neuronas interactúan entre ellas para provocar una reacción de respuesta a la estimulación que recibimos.
5. Percepción. Reconocemos objetos, tenemos una reacción sensoriomotora como consecuencia del procesamiento del estímulo y/o incorporamos información que teníamos de antes sobre lo que se está percibiendo.
1. Estímulos
Los estímulos representan la información básica que nos llega del exterior o del cuerpo. Son unidades de información básica, también llamados inputs (outputs: respuesta o acción que podemos llevar a cabo). Se trata de la información sensorial que llega o que entra por nuestros sistemas sensoriales. Existen dos tipos de estímulos:
Estímulo distal: es lo que realmente existe en el mundo físico fuera de nosotros. También se le llama estímulo ambiental.
Estímulo proximal: es la representación del estímulo captada por nuestros receptores sensoriales. Este tipo de estímulo no es estable porque puede variar en función de las condiciones del ambiente (por ejemplo, la luz). En este caso, a partir de la información que nos llega a la retina podemos construir una representación de la realidad.
La diferenciación entre estos dos conceptos trae consigo una enseñanza: que nuestra vivencia del mundo no está basada en lo real o lo que existe, sino en nuestra propia interpretación o imagen mental interna. Nosotros lo construimos.
Ejemplo: Ver un perro asomándose por una esquina (estímulo proximal) es la representación de lo que realmente existe (el perro en el mundo real, estímulo distal).
2. Transducción
Es el proceso por el cual los receptores sensoriales convierten los estímulos en señales eléctricas que pueden ser procesadas por el cerebro. Por ejemplo, los conos y bastones de la retina en nuestros ojos transforman la información que vemos (ej: el perro) en una señal eléctrica que el cerebro sí puede procesar.
3. Transmisión
La transmisión es el proceso por el que las señales eléctricas viajan a través de las neuronas hacia el cerebro. Se trata de una fase crucial sin la cual no existiría la percepción. Las señales eléctricas se procesan gracias a las redes neuronales y los haces de fibras (conjunto o grupo de fibras nerviosas que lo que hacen es permitir el intercambio de información entre distintas áreas del sistema nervioso central).
4. Procesamiento
Una vez que las señales eléctricas llegan al cerebro gracias a la fase anterior, estas son procesadas e integradas formando una experiencia perceptiva. Se trata de un procesamiento que se basa en la interacción de las neuronas entre ellas para formar redes más complejas. Según las señales se transmiten a diferentes partes del cerebro, sufren interacciones. El cerebro provoca una reacción a la estimulación que recibimos.
5. Percepción
Es la experiencia sensorial consciente, donde percibimos personas, objetos o eventos. La percepción se compone de:
a) Reconocimiento de objetos: nuestra capacidad para percibir objetos como categorías en sí mismas («perros») y no sólo individuales.
b) Acción: la reacción sensoriomotora como consecuencia de que hemos procesado el estímulo. Se basa en respuestas de lucha/huida o afrontamiento/evitación.
c) Conocimiento: la percepción se combina con el conocimiento previo lo que permite interpretar los estímulos. Este conocimiento puede influir también en futuras percepciones, ya que comprende tanto la incorporación de nuevos estímulos como la experiencia previa con ellos. Ejemplo: veo un animal y lo reconozco por la información que tenía de antes sobre él. El reconocimiento y la acción tienen una relación bidireccional y se influyen mutuamente: la percepción da lugar a conocimiento y el conocimiento influye en las percepciones.
Veamos un ejemplo que explique e integre todo el proceso con el sonido de una sirena de ambulancia:
- Estímulo: el sonido de la sinera de una ambulancia.
El estímulo distal es el sonido real de la sirena de la ambulancia que existe en el ambiente. El estímulo proximal es lo que tus oídos captan, la representación del sonido de la sirena, que puede variar en función de la distancia, la reverberación, y otros factores ambientales (como la interferencia de otros ruidos). - Transducción: Las ondas sonoras de la sirena entran en tus oídos y son captadas por las células ciliadas del oído interno (en la cóclea). Estas células convierten las ondas sonoras en señales eléctricas que tu cerebro puede procesar.
- Transmisión: Las señales eléctricas viajan desde el oído interno a través del nervio auditivo hacia el cerebro, específicamente hacia el área responsable del procesamiento auditivo.
- Procesamiento:
El cerebro recibe estas señales y las procesa, identificando la frecuencia, la intensidad y la fuente del sonido. A partir de estas características, tu cerebro determina que el sonido es una sirena de ambulancia. - Percepción:
- Reconocimiento de objetos: Identificas que el sonido que escuchas proviene de una ambulancia. Sabes que es una sirena porque has aprendido a asociar ese patrón sonoro con vehículos de emergencia.
- Acción: Basado en el sonido, decides moverte hacia un lado del camino para evitar estar en el camino de la ambulancia que se acerca.
- Conocimiento: Tu conocimiento previo sobre las sirenas de ambulancia y su función te permite anticipar la llegada de un vehículo de emergencia. Este conocimiento influye en tu reacción y percepción futura del sonido, haciéndote estar más alerta cuando escuches un sonido similar en otra ocasión.
Procesamiento ascendente y descendente. Formas de procesar la información
El procesamiento de la información puede darse de dos formas que se complementan. No son excluyentes. Ambas permiten una percepción consciente. El procesamiento ascendente es esencial para la percepción porque la percepción comienza en los receptores. El procesamiento descendente añade lo que ya sabemos respecto a una estimulación concreta. Ambos son responsables de la percepción consciente.
Procesamiento ascendente
Se inicia en los datos y las características de los estímulos que activan el proceso perceptivo. Comienza en los receptores sensoriales que captan toda la información del entorno y la envían hacia el cerebro para su interpretación. Este tipo de procesamiento nos aporta los datos sensoriales necesarios para construir una imagen del mundo exterior.
Procesamiento descendente
Comienza con el conocimiento previo que tenemos sobre los diferentes estímulos. Este tipo de procesamiento usa la información archivada en nuestra memoria para interpretar los estímulos sensoriales que captamos. Un proceso especialmente útil cuando los estímulos son ambiguos o incompletos, ya que el cerebro utiliza información almacenada para “rellenar los huecos” y proporcionar una interpretación más completa.
Por ejemplo: si acercamos la mano al fuego, el procesamiento ascendente hará que captemos el calor gracias a los receptores táctiles y enviará la señal al cerebro, lo que hará que retiremos la mano inmediatamente. Mientras que el procesamiento descendente utilizará el conocimiento almacenado de que el fuego puede dañarnos, haciéndonos recordar las posibles consecuencias que tendría el mantener la mano frente al fuego.