Si quisiéramos tener una primera aproximación sobre lo que significa el aprendizaje, podría decirse que aprender es el proceso mediante el cual adquirimos conocimiento. Que a su vez, se trata de un proceso que comienza antes de nacer y finaliza cuando morimos. Que puede ser consciente y voluntario o involuntario. Intencional o sin una intención clara y consciencia.
Lo que sí está claro, es que el aprendizaje es un proceso que permite modificar los comportamientos. Así pues, un niño que aprende a hacer sus necesidades en el inodoro, cambiará para siempre una conducta que hasta entonces, debido a su proceso madurativo, no tenía desarrollada como tal; ya que al no ser capaz de controlar sus esfínteres de forma consciente, utilizaba el pañal para hacer sus necesidades. Aprender algo, supone un antes y un después, eso está claro.
La teoría del aprendizaje se desarrolló hace 150 años. En su momento, partió del aprendizaje animal ya que se descubrió que compartimos con ellos los mismos procesos que intervienen en el aprendizaje humano, motivo por el cual, el estudio con especies animales ha sido clave en la materia.
Animales como los perros, palomas, ratas o chimpancés fueron particularmente importantes en la investigación psicológica sobre el aprendizaje. A través de la observación y la experimentación con estas especies, los científicos han podido identificar mecanismos y patrones de aprendizaje y adaptación muy similares a los que tenemos los humanos.
¿Qué es «aprender»?
El aprendizaje es un proceso omnipresente y continuo que permite a los seres humanos adaptarse a nuevas situaciones o contextos. Involucra tanto procesos cognitivos como la memoria, atención, y razonamiento, como afectivos (motivación, autoestima) y propositivos (toma de decisiones). Según el conductismo, el aprendizaje se define como un cambio observable en la conducta como resultado de la experiencia, mientras que el cognitivismo sostiene que aprender es modificar el sistema cognitivo y su funcionamiento. Ambos enfoques coinciden en que el aprendizaje es un proceso acumulativo y vitalicio
La Real Academia de la Lengua (2001) dice que aprender es adquirir un conocimiento, por medio del estudio o la experiencia. Así pues, en la vida cotidiana, puede entenderse que aprender es una actividad propia de las personas, orientada a adquirir y asimilar conocimientos para después retenerlos en la memoria. Una definición que, sin lugar a dudas, deja fuera todo lo relacionado con el aprendizaje animal, que ya hemos visto, comparte procesos con los de los seres humanos.
Debido a esta complejidad, la teoría y ciencia del aprendizaje nos enseña que existen diferentes tipos de aprendizaje: aprendizajes simples que son rápidamente asimilados y automatizados y que no conllevan un esfuerzo mental excesivo (ej: lavarse los dientes), hasta aprendizajes largos y complejos que exigen además una práctica contínua y constante para no olvidarse (ej: estudiar un master o una carrera).
A su vez, también hay aprendizajes premeditados y conscientes y no premeditados o inconscientes, como adquirir un acento o una forma de hablar determinada, un proceso que se adquiere de forma inconsciente y con el paso del tiempo. Existen aprendizajes adaptativos, es decir, que nos permiten adaptarnos a una situación concreta, como por ejemplo aprender a utilizar un nuevo dispositivo electrónico, o desadaptativos. Estos últimos hacen referencia a la adquisición de un comportamiento o respuesta a un estímulo que, en lugar de ser beneficioso, es perjudicial para la persona. Dentro de esta clasificación encontraríamos diferentes tipos de trastornos como fobias, adicciones, comportamientos compulsivos, creencias limitantes, etc.
Definición de aprendizaje según el conductismo
Existen dos enfoques que han servido a lo largo de los años para poner marco a la definición de aprendizaje. El enfoque conductista y el cognitivista. Veamos el primero de ellos:
Gregory Kimble (1971-2006)«El aprendizaje es todo cambio relativamente permanente en la potencialidad de una conducta que se produce como resultado de la práctica reforzada”
En el enfoque conductista, la definición de Gregory Kimble trae consigo dos premisas:
- Que el aprendizaje conlleva una ejecución y un cambio observable en la conducta.
- Asocia el aprendizaje con la adquisición de un nuevo comportamiento o conducta. Motivo por el cual, dicha definición está dejando de lado todos aquellos aprendizajes que no traigan consigo un cambio latente. Es decir, un ser humano puede aprender mediante la reflexión de algo, sin que tenga que apreciarse aparentemente ningún cambio. Además de que esos cambios en la conducta pueden no deberse al propio aprendizaje en sí mismo.
Digamos que de la definición conductista podemos extraer que el aprendizaje no es algo que podamos observar directamente. Entendemos su presencia debido a cambios en el comportamiento o en el conocimiento de alguien.
Definición de aprendizaje según cognitivismo
La psicología y el desarrollo personal son herramientas poderosas para mejorar nuestra calidad de vida y alcanzar nuestro máximo potencial. Al aplicar sus principios y técnicas en nuestra vida diaria, podemos
Para el enfoque cognitivista “el aprendizaje es una propiedad de la actividad mental que cambia o modifica el sistema cognitivo del organismo, ya sea en sus contenidos (conocimientos, destrezas, competencias) o en la funcionalidad de sus procesos y su comportamiento”. Se trata de cambios relativamente permanentes, que ocurren como consecuencia de condiciones de práctica y de experiencia en diferentes contextos.
Esta definición conlleva asumir las siguientes premisas:
- Aprender puede suponer adquirir nuevos conocimientos, habilidades y competencias. Algo que, como en el enfoque conductista, puede reflejar cambios en nuestra conducta. Por ejemplo, después de aprender los beneficios de una alimentación saludable, una persona podría modificar sus hábitos de alimentación.
- El aprendizaje no es solo acumular información o conocimiento. Aprender modifica la estructura de nuestro conocimiento, ya que abarca todos los procesos mentales que utilizamos para recibir, procesar y almacenar la información.
- Pero es que, además, aprender puede modificar la forma en la que nuestro cerebro procesa la información, aplicando cambios permanentes en el sistema cognitivo (tanto a nivel estructural como de contenidos). Cambios en la forma en la que actuamos (enfoque conductista) pero también en la que pensamos (enfoque cognitivista). Por ejemplo, aprender un nuevo concepto matemático puede cambiar la forma en que una persona aborda problemas similares en el futuro. Esta definición vincula el procesamiento de la información exterior con los conocimientos previos ya almacenados en la memoria.
- Por último, se entiende que el aprendizaje se ve acelerado mediante la práctica. Es decir, el repetir, ensayar o experimentar activamente, conduce a un aprendizaje más efectivo. Esta práctica puede ser física (hacer un deporte) o mental (resolver un rompecabezas).